Buenas tardes. He redactado este texto para participar en el reto de marzo, propuesto por el blog EL TINTERO DE ORO, basado esta vez en la temática musical. Os invito a colaborar, es muy interesante, está abierto hasta el día 25. Ánimo.
LAMIA
Tarareaba «Ausencia de dolor» fumando tendido en la cama bocarriba y, al mirar el cenicero atiborrado y la botella vacía tirada en el suelo, comprendió que una vez más se había pasado con el coñac haciéndole guiños a la luna.
Suspiró mirando al techo con ánimo de exorcizar a los recuerdos. En su mente, el crujido de las hojas secas del malecón entonaba depresivo la letra de la canción, que compuso para Lamia el día que se casaron. La música aquella inolvidable noche gélida y distante del adiós, un año atrás, procedía de las entrañas del viento, como las olas del mar iba y venía respetando el duelo del paisaje.
Ahora era «Ausencia con dolor, ausencia de tu calor en la madrugada fría…, aún tierno el tallo de la esperanza, el ave se mece y canta; mas en el nido vacío del corazón el amor llora, quebranta».
Agresivo, el golpeteo de la lluvia sobre el cristal del ventanuco de la exigua buhardilla desafinaba con el viento en solfa. Pero poco a poco el cese del aguacero fue cediendo el turno al sol.
Se incorporó cual resorte, cogió su guitarra que yacía a su izquierda; entre sábanas revueltas supliendo el abandono físico de la mujer amada proponía felicidad, inquietos sus dedos seguían el pentagrama del arcoíris naciente, a Raúl le extasiaba musicalizar las curvaturas de Lamia, identificar los acordes vibrando en la piel canela de su cuerpo.
En el tierno tallo de la esperanza, el ave se mece y canta.
Mari Carmen Caballero Álvarez
Miy bonito relato para el reto.
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que visito blog 🌷
Gracias, de la Flor. A mí me ha gustado bastante el tuyo. "Zorra" pone de relieve el espíritu de superación y el abandono de prejuicios. Muy bueno, de verdad.
EliminarPerdona, aparezco como anónimo, pero ya sabes que soy Mari Carmen Caballero.
EliminarHola, Mari Carmen. La música como banda sonora del amor, del desamor y como medio de suplir la ausencia del ser amado. Para mí el reto está más que superado. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Bruno. Al ser inventada la canción pensé que podía quedar fuera de la propuesta. Gracias por la iniciativa, se hace interesante. Mari Carmen Caballero Álvarez
ResponderEliminarDespues de una gran tempestad siempre aguarda la calma. Todo un poeta el músico protagonista de tu relato. Muy romántico y tierno, aun siendo una historia triste. Un abrazote!
ResponderEliminarLa fusión de las emociones y la poesía destila esencia pura. En esa línea nació la idea. Creo que te ha gustado y eso me complace. Muchísimas gracias por comentar, Marifelita. Me ha gustado tu blog. Un beso. Mari Carmen Caballero.
ResponderEliminarMuy bonito Mari Carmen, La música siempre rodea y envuelve el amor, pero también al desamor. Siendo esta una forma de sosegar el dolor de la ausencia fusionándose en la melodía que abraza al protagonista. Un precioso relato lleno de romanticismo. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias. Me llena mucho tu opinión, Nuria, una palabra tuya, siempre objetiva, me vale cantidad. Preparando estoy uno para presentarlo a tu reto, te adelanto que no va de romanticismo esta vez. Confío sacar algo medio aceptable cuidando, eso sí, que se adapte a las bases. Un abrazo, reina. Mari Carmen Caballero Álvarez
ResponderEliminarHola Mari Carmen. La música se funde con el paisaje y la naturaleza en tu relato, creando una atmósfera mágica llena de poesía, con la dificultad añadida de inventar una canción para el reto de este mes del Tintero. Me ha gustado la personificación de la guitarra, que ante la ausencia toma el relevo de la mujer amada y se hace merecedora de las caricias destinas a recorrer el cuerpo ausente de Lamia. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge. Me alegra que te guste mi relato, he participado en el reto con muchísima ilusión; preferí inventar la canción, ya ves. Agradecida quedo de que lo leas y dejes tu opinión. Paso a leerte yo. Un abrazo.
ResponderEliminarUn micro relato cargado de poesía y de música donde triunfa el amor.
ResponderEliminarUn abrazo y encantada de leerte.
Puri
Muchísimas gracias, Puri. Me complace tu opinión. Encantada de tu visita a mi blog quedo yo. Un cariñoso abrazo, reina.
EliminarBello relato, la música siempre nos acompaña en cada momento de nuestra vida, los alegres y los tristes, sin dudas y obviamente en tu historia se hace visible a traves del cuerpo de esa guitarra, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Muchas gracias por tu valiosa opinión, Somos Artesanos de la Palabra, me encanta la reflexión que en ella haces. Disculpa la demora en responder. Se me fue a correo Spam y no lo he visto hasta hoy. Un abrazo, vuelve pronto.
EliminarQué hermosa forma de escribir sobre la ausencia de la amada, Mari Carmen. Me ha encantado!! Tu micro está lleno de lirismo y es tan visual que he podido ver y sentir a Raúl primero sufriendo, luego cogiendo su guitarra y finalmente abrazando la esperanza. Muy hermoso. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias, Cristina, por tu amable comentario y por leer mi cuento. La esperanza es un diamante en la oscuridad (cito una frase muy oportuna de mi novela). Un abrazo, reina mía.
ResponderEliminarHola Mari Carmen un texto muy evocador, melancólico y a la vez tierno por el recuerdo del amor ausente rodeado de acordes. Enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarGracias, Ainhoa. Me complace que opines y hayas leído mi cuento que, además, veo que te ha gustado. Un afectuoso abrazo.
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