¡Hola! No es habitual que yo haga reseñas, ya lo sabéis.
Esta la escribo por dos razones: primero porque la obra lo merece y segundo
porque me gustan los relatos que he leído de su autora. Lo tiene todo publicado
en su blog y dispone de página web. Lo más aconsejable, por lo tanto, es
echarles un vistazo.
Género: Novela
Título original: El Rostro en el Laúd
Autor: M. A. Álvarez
Páginas: 124
Páginas: 124
Año de publicación: 2016
ISBN: 9788494507069
Editorial: Ediciones Hades
Género: Misterio, Suspense, Terror
Más información:
Novela finalista en el I Certamen Internacional de Novela Fantástica y de Terror 'Dagon' (Ediciones Rubeo, 2015).
Novela finalista en el I Certamen Internacional de Novela Fantástica y de Terror 'Dagon' (Ediciones Rubeo, 2015).
La imagen
de la portada de la novela fue realizada por la autora.
Sinopsis.
Julia, una
historiadora de Sevilla demasiado obsesionada por su trabajo, reconoce en la
galería de un coleccionista un antiguo laúd que cobija un grotesco rostro en
sus entrañas. Recuerda entonces una vieja y oscura leyenda que pesa sobre él:
se cuenta que hace varios siglos vivía un juglar a quien la gente temía, ya que
cuando el músico tocaba el laúd, la desgracia se cernía sobre aquellos que lo
escuchaban.
Dado su valor histórico, ella decide hacerse con ese lúgubre instrumento y antes de la transacción, el coleccionista le desvela que lo encontró uno de sus antepasados, el cual terminó demostrando un inusual temor hacia el mismo.
Pese a las advertencias, Julia lo adquiere y es a partir de entonces cuando comienzan a suceder a su alrededor una serie de extraños acontecimientos.
Se trata de una historia narrada a partir de tres personajes que irán desvelando los misterios en torno al laúd, los misterios del presente y del pasado…
Dado su valor histórico, ella decide hacerse con ese lúgubre instrumento y antes de la transacción, el coleccionista le desvela que lo encontró uno de sus antepasados, el cual terminó demostrando un inusual temor hacia el mismo.
Pese a las advertencias, Julia lo adquiere y es a partir de entonces cuando comienzan a suceder a su alrededor una serie de extraños acontecimientos.
Se trata de una historia narrada a partir de tres personajes que irán desvelando los misterios en torno al laúd, los misterios del presente y del pasado…
TAL COMO YO LO VEO.
La novela narra
una trama cuyo núcleo ambientado en la Sevilla del siglo XVI documenta
que da gusto. La perfecta fusión de culturas y civilizaciones
precolombinas con escenarios y vivencias medievales perfila el eje cronológico, enlazado sin fisuras a la sociedad costumbrista contemporánea. El rostro en el laúd acorta distancias.
Catalogarla dentro del género de terror pone límites a
una historia que derriba fronteras. Aunque se alimenta de la intriga y el suspense regados de misterio,
generando esa magnética incógnita que impide planteamientos de abandono durante
la lectura del libro, esta narración flota por encima de manidas subtramas estereotipadas. En realidad, si observamos desde una visión amplificada el trasfondo y su
contexto social, al estudiar el mensaje de la obra que nos ocupa concluimos en
afirmar que tiene más elementos de género histórico que de subgéneros, no
admite, pues, etiquetas que devalúen su
esencia. Una novela histórica, digo. Llamemos a las cosas por su nombre.
Como buena
artista tiene el arte esta escritora de implicar al lector en sus maquinadas
creaciones literarias. Momentos hay en los que se te mete en el pecho la atmósfera
opresiva que se llega a crear ante ciertos inexplicables episodios sobrecogedores. En la frontera de lo
irracional casi escapa del lector el grito atrapado en la garganta de los protagonistas: “El silencio había invadido la estancia y comenzó a escuchar a sus espaldas,
levemente, el apagado sonido del latir de un corazón”.
Ni yo, escéptica
confesa, he logrado liberarme del maleficio e influencia de sus espeluznantes
escenas nocturnas. Continuos despertares calenturientos alumbrados de crueles
sucesos salvajes: “Miró a su alrededor y
se sorprendió al encontrarse tumbada en el suelo de su despacho”. Y ese rostro emergiendo de las tinieblas para sentenciar
la última palabra. La rebeldía de una puerta que se abre… ¿sola?: “…Me giré hacia el pasillo. La puerta volvía
a estar abierta tras haberla cerrado cuando Rodrigo se fue con la niña”. La angustia cristaliza en altorrelieve, la
inquietud proyecta sombras que lo ocupan
todo en la nada sin dejar en la nada del todo rincón al escepticismo. Y eso te hace sentir y percibir siniestras presencias cercanas. Y no te
atreves a mirar ni con recelo hacia atrás, desde la plena consciencia de no estar
solo: “Durante unos instantes me sacudió
un desagradable escalofrío. Respiré profundamente y tuve que armarme de valor
para poder girarme”.
Tal es la carga de traición y secretismo que
lleva impresa en sus páginas que más
de una vez he sentido al leer esta novela la fuerte tentación de anticiparme al
final. Sentía la atracción fatal de su potenciado enigma manifestarse in crescendo
a medida que avanzaba. Cada folio consumido me consumía en la ansiedad de querer
saber más, de conocer las últimas consecuencias de un intrincado urdido con la
precisión de un orfebre. Incapaz de abandonar no le concedí apenas tregua; me dieron
por eso las tantas de la noche, de la madrugada, quiero decir.
Además, para mi
propia sorpresa dos días después ¡me vi leyendo la novela otra vez! Y volví a disfrutarla
con toda la intensidad de descubrir golpes
de efecto muy, muy logrados en los que no reparé a priori. Matices de esos que
añaden significativos puntos de interés al desarrollo del argumento.
Y eso es porque
manejados los hilos por la pluma de esta gran escritora, la urdimbre conspirativa de sus argumentos queda regada de ese asombro
de cuerpo entero que te bloquea y
acorrala la voluntad rompiendo todos los
posibles esquemas racionales: “Me quedé
inmóvil durante unos segundos y un fuerte crujido quejicoso se produjo de repente”. Bien jugadas las
cartas con el elemento fuego. El fuego, tan destructor y tan constructor: “…Dando paso a unas llamas que casi llegan a
tocarle. Las cuerdas que lo atrapaban se soltaron”. Tampoco la tentadora
música podía faltar en su más traidor papel de señuelo: “…Gradualmente, la melodía se iba volviendo más lenta y comenzaba a
escuchar un sonido molesto y chirriante
tras ella”.
De los personajes
se puede indicar que están bien logrados, los he visto en todo momento. Julia, la protagonista,
vive por y para el trabajo, absorbida
por él descuida muy mucho su vida personal y familiar. Todo sucede de
forma que induce a una profunda reflexión.
A Luis la autora le saca bastante partido otorgándole
infinitas posibilidades. Pero no las
desvelaré para que cada cual lo analice desde el enfoque de sus propias
percepciones o criterios. ¿Y qué apuntar del juglar? La viva estampa de la
lucha por la supervivencia, inherente al
ser humano. Inherente, en realidad, a todo ser vivo de cualquier especie. Adelanto
que el trovador tiene lo suyo. De
verdad, de verdad. Una enorme carga
emotiva; te deja tocada.
Y todo implementado con amor al arte. Al arte en
toda la extensión de la palabra. El de escoplo y buen estuco. Sobre el bagaje
cultural y formativo de M.A., pesa la
licenciatura en bellas artes. Prestemos atención a esta perspicaz narradora, a
la progresión talentosa de su obra que, sin duda, dará mucho que hablar
mientras ella, entregada, a golpe de cincel esculpe la palabra. Gracias,
gracias María Auxiliadora Álvarez, merecidos son tus éxitos. ¡¡Enhorabuena!!
NOTA: Excelente.
NOTA: Excelente.
El blog y web de
la autora:
ENLACES DE COMPRA ONLINE:
LA CASA DEL LIBRO
WEB EDICIONES HADES
AGAPEA
EL CORTE INGLÉS
También se
puede pedir en librerías físicas.
NOTICIAS: La novela ya va por la 2ª edición, cuenta en
su historial con varias reseñas y ha sido objeto de dos presentaciones los días
23 de abril y once de mayo del año entrante -2016- a cargo esta última del
grupo andaluz Aldea (Asociación literaria de escritores andaluces), en Sevilla.
Esta reseña me ha dejado sin palabras, es estupenda. ¡¡Muchas gracias!!
ResponderEliminar¡Hola! ¿Una escritora sin palabras? La que te puede caer, no vuelvas a decirlo en voz alta. La reseña te parece estupenda, me quedo con eso, me llena y motiva. Un besazo, guapa.
ResponderEliminarMari Carmen C.