martes, 17 de marzo de 2015

ISONOMÍA: MI CUENTO PUBLICADO EN EL VUELO DE NELEB.



Bueno, al fin recuperé el pc averiado. Fue cosa seria, se me borró todo el sistema operativo en vísperas del día 8 de marzo –día internacional de la mujer-, había preparado con ilusión esta entrada. Lamento el retraso.


CARA Y CRUZ DE LA MONEDA FALSA

-Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Laura y Manuel: Yo os declaro marido y mujer –a la boda asiste Merche, amiga de la novia.

 La copa de zumo ha caído al suelo. Sobre la mesa camilla reposa el periódico.
-Recógelo, por favor, Manuel, tengo prisa –le pide Laura, con su hija en brazos.
-Límpialo tú, que eres mujer, para eso estáis. Para eso y para parir. No te jode -brama él rescatando la chaqueta del respaldo de la silla y da un portazo al salir.

-Manuel parecía diferente, Merche -están en el café Coco. Tina en la guardería.
-Así no avanzamos –opina Merche-, sobrevivimos
integrando una sociedad que pregona paridad y practica disparidad en todos los campos. Un doble mensaje de agresión flagela la autoestima femenina dejando atroces signos de tortura.
-Ya; el hombre camina en mayúsculas y la mujer en minúsculas –dice llorando-.
-La causa precede al efecto: sin derechos y libertades laborales, económicas o socio-personales habrá maltrato y violencia de género y acoso sexual, Laura, eso se ajusta a la realidad con una precisión intocable. Hemos de luchar contra un gigante y no tenemos a David. Atiende, ven a la fundación, no le temas a él. Te obligó a dejar el trabajo, te pega y te llama inútil ¿Qué más necesitas, di?
-Lo haré, creo que ingresaré en Puerta Abierta, aunque…
Sí, le tengo miedo.

  El periódico y la tele lo dicen: “Apuñalada en su hogar a manos de su marido, (M.S.T), Laura Pon Noe, azafata de treinta años con una hija de dos…

    ¿El epitafio?: “No hay que preguntar por quién doblan las campanas”.

Mari Carmen C                          




2 comentarios:

  1. Un relato con un transfondo muy crudo pero real e impactante. Y hablando de la estructura, me ha llamado mucho la atención lo de las campanas al final, le veo una fuerte relación con el comienzo del relato (boda, "las campanas de boda"...)

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  2. Sí. A mí también me gusta, defender la causa feminista es una obligación, un compromiso. Me alegré mucho al descubrir que salía publicado en el libro. Y, bueno, el final aporta -o eso pretendo- carácter circular. Dicho de otro modo: La historia sigue y suma. Por desgracia, Laura no será la última ni la penúltima o antepenúltima víctima de la violencia de género. Habrá más, muchas, muchas más. Podías ser tú, podía ser yo. No hay que preguntar: "Por quién doblan las campanas" -"Doblan por ti"-. Así la historia se repite, puede continuar, puede ser una desgraciada historia interminable. Apuntando, según las pautas individualizadas, los hechos de cada una de ellas. Un beso.
    Mari Carmen C.

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