TE REGALO ESA FLOR QUE NUNCA DEJARÁS MARCHITAR. MARI CARMEN CABALLERO ÁLVAREZ.
«Mary y yo caídos los atardeceres hablábamos, hablábamos mucho, por eso no me percaté a tiempo de que estábamos llenos de silencios».
(La voz y el voto de la conciencia).
No hay comentarios:
Publicar un comentario