sábado, 4 de mayo de 2013

IGUALDAD HOMBRE-MUJER




Me deprime, me hunde y me produce dolor de estómago 
el tema. Se habla de la igualdad de sexos como una  
realidad, un hecho y no es verdad: puro márketing 
Igualdad práctica y no teórica necesita la mujer, igualdad 
no escrita en papel mojado -abajo los tópicos y los 
formulismos-. Veladamente –pregono paridad y practico machismo 
puro-, se alzan por desgracia, todavía, muchas voces en contra de la causa femenina. Ciertas radicales ideologías  pro machistas,  
empeñadas en fortalecer el muro desigualdad le ponen ladrillos  
alzándole al tirar la piedra y esconder el brazo.  

   Y claro, así no avanzamos. El valor sublime de la igualdad  
hombre-mujer es nada en la nada.  
Con la mal disimulada parcialidad  
masculina de muchos se eleva al machito a los altares laborales,  
políticos, sociales, económicos y, por supuesto, personales  
jerarquizando una sociedad de hombres fuertes y mujeres débiles. 

  Sin duda, entronizado, el hombre seguirá alzando con las dos manos el cetro que abre puertas al machismo y el abuso de poder 
“cínicamente correcto”. Siempre que circulen sin freno dobles  
mensajes o no  desaparezcan disensiones sociales de componente  
ambiguo resolviendo la situación con cordura y unanimidad, el ciclo  vital de la igualdad hombre-mujer no se completará. Y de ese  modo, la mujer está sola aunque tenga un hombre a su lado;  
Y la soledad, qué duda cabe, es un niño que pide un vaso de  
agua a medianoche. Sobrevivir integrando una sociedad  
que grita a pleno pulmón igualdad y practica desigualdad aboca 
a toda fémina a un doble mensaje de agresión. En su autoestima 
se perciben, muchas veces, atroces signos de tortura.  

  Cabe preguntarse y una inmensa mayoría lo ha hecho ya, si 
el género femenino  ha luchado bastante 
personal, política, social, laboral y económicamente. No es  
la pregunta sin respuesta: a la espalda 
tiene –por mencionar solo un episodio de los muchos en los que 
reivindicando sus derechos de igualdad se implicó- el costoso 
triunfo del Sufragio Universal. Un camino de espinas. 

En fin, yo digo que saldrá el Sol. 
  Fundaciones como Isonomía –por citar solo una, sabemos que hay 
muchas- se dejan la piel en una lucha descarnada de compromiso 
y entrega. Pero la igualdad que queremos es un gigante y no 
tenemos a David. La unión hace la fuerza; unidas hemos de 
permanecer sin tregua ni cuartel fortaleciendo nuestros objetivos.  

    En otra línea de argumentación, a aquellas que sufren crueles  
episodios de acoso sexual o se ven flanqueadas en ocasiones por la  
terrorífica violencia de género recordarles, simplemente, que  
cada palmo de terreno ganado, el frío e impasible depredador lo pierde.  
¿Cuántas han sido las mujeres muertas a manos del marido, ex marido, compañero, novio o medio novio? ¿Cuántas? Triste realidad. No las cuentes. Las campanas doblan por ti.  
  
Mari Carmen Caballero Álvarez





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